Mejorando los suelos….

Desde sus inicios, el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá, (IDIAP) ha propiciado la generación del conocimiento y la inversión en el desarrollo de nuevas tecnologías, lo que se ha convertido en una herramienta imprescindible para la formulación de proyectos rurales, en beneficio de las presentes y futuras generaciones. Todo ello, haciendo énfasis en las prioridades de los recursos en constante evolución, lo que implica no sólo su resguardo, sino su proyección en función de los cambios que sufren los ecosistemas, que impactan el entorno en los cuales se desarrollan, pues el modelo de producción no permite que se pueda evitar la degradación de los suelos y la consecuente pérdida de la biodiversidad.

Esto se puede disminuir e implica elevar la calidad técnico –científica para brindar soluciones a los agricultores y a los suelos….ante el daño ambiental; así como la erosión física y genética que su uso genera y ocasiona. La Asamblea General de la ONU designó el año 2015,»el Año Internacional de los Suelos», recomendando un mejor uso de la fertilización, especialmente la nitrogenada que en nuestro medio algunos agricultores la utilizan sin haber tomado previamente muestras para realizar un análisis de suelos ni tampoco a los cultivos, expresó el Dr. José Villarreal, estudioso de los suelos del IDIAP.

Una fertilización intensiva con abonos a base de amonio, puede acidificar el pH del suelo, y si el mismo está por debajo de 5.5 puede disminuir los rendimientos y ocasionar daños a los cultivos, pues la disponibilidad de nutrientes esenciales como el fósforo, potasio, el calcio y el magnesio se reduce y ocurren las deficiencias. Una forma de elevar el pH puede ser usando carbonato de calcio que en concentraciones adecuadas, puede ser aplicado a la planta y/o suelos por el sistema de riego por goteo, su uso regular puede prevenir la caída del pH.

Para evitar la degradación de los suelos se recomienda la aplicación de residuos orgánicos, compost, humus de lombriz, reforestar con leguminosas, sistemas silvopastoriles y agroforestales. Estos mejoradores de suelos previenen la erosión, mejoran el contenido de materia orgánica, aumentando la población microbiana, contribuyendo a la mineralización porque aumenta la actividad biológica del suelo, se eleva el contenido de micronutrientes y macronutrientes, además contribuyen con una mejor retención del agua, pues se aumenta la permeabilidad y porosidad de los suelos.

Los suelos muy ácidos se pueden mejorar con la aplicación de carbonatos, óxidos, hidróxidos y silicatos de magnesio o calcio, elementos que se encuentran deficientes en la mayoría de estos suelos ácidos. Al aplicar carbonato de calcio, se reduce la acidez del subsuelo, lo que permite entonces que el sistema radicular profundice más, logrando así las plantas una mejor nutrición y resistencia a enfermedades.

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