Barreras vivas

Como una opción a la degradación de los suelos en áreas con pendientes muy pronunciadas, investigadores del IDIAP han recomendado sembrar plantas, tallos o gramíneas en hileras siguiendo las líneas o curvas de desnivel, lo que se convierte en un obstáculo efectivo que actúa como filtro del agua de escorrentía.

Las barreras vivas se establecen con el propósito reducir la erosión de los suelos; contribuyendo así a la sostenibilidad agrícola y su implementación genera tanto beneficios ambientales como económicos, pues se incrementa la productividad de los suelos ya que se reducen los costos de producción y se generan ingresos familiares. Es una de las prácticas de mayor eficiencia tanto por su bajo costo, como por su mantenimiento; al retener el suelo, la materia orgánica y la hojarasca arrastrada por la escorrentía al actuar como trampa, filtra el agua, lo que provoca la sedimentación.

Estas características ayudan a conservar por mayor tiempo la humedad en los suelos, facilitando la formación de terrazas en forma paulatina y natural prolongando el uso de la tierra; pues la vegetación secundaria se recupera de la deforestación; y es que las raíces de estas plantas crecen de manera vertical y poseen una alta capacidad de absorber material contaminante, entre ellas se destacan el Vetiver, que se ha sembrado con éxito en pendientes hasta del 100% y como único sistema de conservación. Al seleccionar la especie a utilizar como barrera viva, deben considerarse sus requerimientos climáticos y edáficos según recomendaciones de los ingenieros Alicia Díaz y Julio Lara, investigadores del IDIAP.

El Vetiver (Vetiveria zizanioides) es excelente  por su adaptación a zonas con alturas hasta de 2000 metros. Presenta muy buena capacidad de retener suelo; y no es una especie invasora, formando a su vez terrazas naturales.  La Hierba de Limón (Cymbopon citratus) es una especie efectiva como barrera en terrenos con pendientes de hasta 30% y al igual que el Vetiver tiene valor medicinal. Una de las características de estos materiales usados como barreras vivas es que su follaje puede usarse como forraje para la alimentación animal y/o para la elaboración de Compost, entre ellas, el Pasto Guinea(Panicum maximun) que soporta muy bien la sequía, pero al florecer invade y hay que recortarlo frecuentemente; sin embargo, el Pasto Taiwan (Pennisetum purpureum) gramínea tropical perenne, de fácil mantenimiento y establecimiento es preferida por su reproducción vegetativa que se hace mediante trozos del tallo. El King grass (Pennisetum purpureum x P.typhoides) se adapta muy bien a zonas con alturas hasta de 2000 metros, produciendo bastante forraje y es una especie efectiva como barrera en terrenos con pendiente de 15%. Es importante que en el período de establecimiento, se revise la barrera y se haga una resiembra para no dejar espacios, recordando además que la poda favorece el desarrollo de brotes vigorosos, lo que  permite alcanzar una cortina más tupida, que resultará conveniente para controlar el agua y retener el suelo.

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