Alternativas tecnologicas generadas por el IDIAP para afrontar problemas de sequía
El Niño es un fenómeno meteorológico conocido a nivel mundial, que representa la variabilidad del cambio climático y Panamá no escapa de las acciones negativas que repercuten en el sector agropecuario, en las actividades agrícolas y pecuarias, por lo que se requiere estar preparados en las diferentes cadenas productivas.
Estudios que ha llevado a cabo el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP), buscan ofrecer al productor panameño alternativas tecnológicas, ante eventos agroclimáticos, como sequías prolongadas en varias zonas estratégicas de producción.
El IDIAP, ha apoyado a los ganaderos desde hace varios años en actividades de presentación de resultados de investigación y difusión de tecnologías, en temas de capacitaciones, visitas en fincas, prácticas y demostraciones en campo, sobre la conservación de forrajes, tales como: el uso de ensilaje (maíz, sorgo), heno o pacas de diferentes pasturas, entre ellas: Digitaría swazilandensis (Swazi), Cynodon dactylon cv. Alicia, entre otras.
También ha contribuido con la entrega de semillas de pastos de corte Pennisetum purpureum cv. 22 y sorgo forragero, destinadas al establecimiento en diversas fincas. En materia de capacitaciones se han beneficiado, más de 200 productores y técnicos de las diversas agencias del Sector Agropecuario, en la región.
A pesar de la existencia y difusión de las tecnologías, no todos los productores tienen las mismas condiciones apropiadas, para prepararse ante factores negativos del clima.
De acuerdo a Benigno Guerrero, Investigador Pecuario del IDIAP, en El Ejido, Los Santos, los pequeños productores deben mantener en sus fincas una pequeña parcela de caña de azúcar, que es un cultivo rústico, que se adapta fácilmente a variados ambientes, produce altos volúmenes de biomasa (80 a 100 toneladas de forraje fresco), no necesita riego constante y a medida que la plantación tiene mayor edad (12 a 14 meses), posee mayor cantidad de carbohidratos solubles, es decir, mayor cantidad de energía y se le puede ofrecer al ganado en forma fresca, o deshidratada en forma de saccharina o hidrolizada.
Otra de las tecnologías, que representa múltiples beneficios directos e indirectos para los ganaderos, consiste en la aplicación de buenas prácticas en el manejo de los sistemas silvopastoriles, en los cuales generalmente se utilizan pasturas asociadas con leguminosas, como la Leucaena leucocephala, la cual posee un alto valor proteico (>25% de Proteína Cruda), mejorando la dieta animal, también tiene la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico al suelo, contribuyendo a la fertilización natural de los mismos y a la captura de carbono, generando mayores rendimientos en la producción de leche y carne.