NACEDERO, para la producción caprina
Una institución comprometida con el sector agropecuario ha propiciado una generación de tecnologías apropiadas para los pequeños y medianos productores, lo que ha desarrollado cambios profundos y significativos para el país; y es que la investigación como tal, debe originar medios para hacer más eficiente la explotación de los recursos naturales y biológicos.
Sin embargo, el concepto investigativo también va dirigido a conservar la biodiversidad genética de las especies, manteniendo así la variedad en la flora y fauna para garantizar su mejor uso y subsistencia.
La pobreza rural y la urgencia por garantizar la seguridad alimentaria han hecho obligante la agenda de investigación en pastos y especies forrajeras, pues han ocurrido cambios sustanciales que generan nuevas necesidades por la sociedad de consumo; así que el pequeño productor ganadero ha optado por dedicar parte de su tierra a la producción caprina; la misma que requiere alimentación proteica.
El médico veterinario zootecnista, Víctor Escudero, investigador del IDIAP ha estudiado el NACEDERO, árbol multipropósito, encontrando que es posible utilizar el follaje de especies arbustivas pues son una fuente de proteína, ayudando también a mejorar el consumo y la digestibilidad de la materia seca.
El NACEDERO (Trichanthera gigantea) puede adaptarse a diferentes ecosistemas, pues tolera suelos ácidos, con bajos niveles de fósforo y ha sido ampliamente recomendado a los ganaderos para aumentar los niveles de producción de sus cabras y ovejas, haciendo más rentable sus negocios. Es un árbol forrajero, perteneciente a la familia Acanthaceae y al orden Tubiflores y se puede reproducir por estacas. La farmacopea popular le atribuye diversos nombres, tales como: Quiebra barriga, madre agua o palo de agua y es usado por los grupos indígenas para bajar fiebres, reducción de peso, etc. Su uso por los ganaderos produce un efecto inmediato en la rentabilidad de sus medios de producción, pues el NACEDERO resulta muy apetecible por las cabras. Proyectos como éste, se han desarrollado en fincas de pequeños productores, y es el enfoque de la investigación, de desarrollar tecnologías a partir de la realidad del productor, así que el Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (IDIAP), consolida y fortalece los programas de pastos y forrajes para enfrentar los avances del cambio climático.