El encalamiento y la producción de yuca

Investigadores del IDIAP han comprobado que los suelos en Panamá, tienen un serio problema de acidez, la misma se puede evaluar por el contenido de aluminio presente en los suelos, labor que se realiza en el Laboratorio de Edafología que está en Divisa. El desconocimiento en el uso de fertilizantes nitrogenados acelera la acidificación de los suelos, lo que se agrava en la estación lluviosa por la pérdida de la capa arable y de compuestos como potasio, calcio y sodio.

Esta pérdida en la fertilidad de los suelos está afectando directamente a los productores de yuca del área de Ocú ,región donde el Ing. Ricardo Hernández y su equipo de colaboradores llevan a cabo un proyecto conjunto IDIAP—IICA denominado Estrategia de innovación tecnológica para mejorar la productividad y competitividad de cadenas –producto para centroamérica y República Dominicana. Para mejorar la productividad de este rubro se hace necesario el uso de enmiendas a base de Carbonato de calcio, ó Cal agrícola para neutralizar el exceso en la acidez de los suelos.

Este proceso recibe el nombre de Encalamiento y se usa para neutralizar el aluminio intercambiable y el hidrógeno del suelo, sin embargo esto varía con los tipos de suelos, ya sean arenosos o arcillosos pues acelera la descomposición de la materia orgánica y la liberación de los nutrientes, lo que mejora la capacidad del intercambio catiónico, haciendo posible la disminución de organismos patógenos que se desarrollan mejor en suelos ácidos. El proceso investigativo se realizó en la finca del señor Alcibiades Osorio en la localidad de Peñas Chatas, distrito de Ocú, comprobándose que hubo una reducción considerable de la actividad de las sustancias tóxicas del suelo como el hierro y el aluminio, aumentando la disponibilidad de otros nutrientes como nitrógeno, fósforo y azufre.

Hay que destacar que la aplicación de la cal debe hacerse por lo menos un mes antes de sembrar, para evitar las reacciones del aluminio en el suelo, con el fósforo de los fertilizantes y con el carbonato de calcio, subrayó el Ing. Hernández. El encalamiento a mano, es muy similar al sistema de fertilización al voleo.

Para la siembra se utilizó la variedad nacional brasileña por su adaptabilidad al terreno y su resistencia a la sequía, con un arreglo topológico de 10,000 plantas por hectárea con varetas previamente seleccionadas; esta siembra se realizó el 31 de mayo de 2013 y la cosecha se hizo en el mes de mayo de 2014.

La selección para encontrar la variedad se hizo analizando 6 clones, que provenían del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) a saber: 1 CG-1450-4 2. CM-523-7 3. MBRA-383 4. MCOL-1505 5. Brasileña 6. Colombiana, que luego de múltiples prácticas agronómicas, resultó que la que mejor se adaptaba a los diferentes tipos de suelos del área de OCÚ, fue la brasileña con muy buenos rendimientos. Las plantas presentaron un mejor desarrollo del sistema radical y mayor longitud con un buen crecimiento vegetativo y una mejor maduración; esto se debe a la mayor capacidad que desarrollaron las plantas de yuca al absorber los diferentes nutrientes que necesita, por efecto de la cal agrícola en los suelos.

La rentabilidad de las cadenas productivas tanto en Peñas Chatas como en Menchaca, donde se cultiva la yuca, se puede transformar; y de hecho, así ocurrió con el mejoramiento de las prácticas de cultivo, desarrollando productos de valor agregado de mayor contenido nutricional, lo que ayudará a que tengan un mejor valor comercial, pues serán más gruesas y más largas, con una mayor tolerancia al deterioro post-cosecha.

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